A Un fin de semana bogotano como el del pasado 3 de septiembre le puede faltar algo, excepto planes hacia donde ir: Punk en la Media Torta, distorsiones y notas de blues por rincones más privados, reinvenciones del underground, fiestas sobrias con irreverencia postiza, ocios hogareños con audífonos, desventuras de lo tropical que juega a ser rock... la cultura y la música despiertan la quietud de una ciudad gracias a la gente que la vive y ahuyenta el letargo de lo monótono, vociferando en forma de trancón e incertidumbre del atraco a una cuadra de la casa.
Cada quien "mata" a su ritmo el sábado en la noche; varios lo hicimos en Dark Melodies 2016, la ceremonia por excelencia del metal melódico, matriz de algunas corrientes que nos trajeron de Europa hechas vigencia en History Bar para la velada en mención. ¿El saldo? ocho agrupaciones que unieron a más de una generación, un público selecto, con perfil critico, energía en el aire de un proyecto que muchos deseamos volver a apreciar y la reivindicación de un estilo que fortalece lo estético en lo lúgubre, desmembrando la cacofonía. Para ustedes, un resumen de lo que sucedió:
Primer susurro de la penumbra
La espera culminó durante la primera cerveza de quien les escribe. Una pista del alma inauguró Dark Melodies; me refiero a SoulTrack, quienes expusieron por qué fueron elegidos en la convocatoria de la organización. Doom Death metal que toma muy en serio su rol, que sabe transmitir contexto artístico. Algo del sonido no fue lo mejor al comienzo, tema que se fue depurando al paso de los minutos.
La buena aceptación de esta banda tejió una red de empatía entre asistentes y artistas para la llegada de los primeros invitados fuera de nuestra capital, presentados por Alejandro Barbosa de "El Fortín del Caballero": Como una figura mítica de Manizales, Khimera arrojó al escenario la espontaneidad de su música, el imaginario de sus letras y la voz de sus dos cantantes principales, afinadas con el rigor propio del buen Symphonic metal.
Un poco extendidas en su discurso (con nervios, algo normal) amablemente me compartieron algo de su tiempo, dando a conocer algunos puntos de vista sobre la humanidad vista desde las visiones personales de sus integrantes; también acerca de Manizales Grita Rock y el entusiasmo por su recién lanzado Ep "Khaos". Nada mal siendo su primera visita a Bogotá y la ocasión primaria fuera de su tierra natal.
El tiempo se tradujo en parpadeos y antes de amortiguar la sed nuevamente, Nataly Kruger estaba en tarima. El clima del bar estaba muy sosegado, razón por que la banda incorporó algo más fuerte y diverso al repertorio. La vocalista conjugaba de forma especial una voz limpia encaminada a superarse con tonos rasgados un tanto logrados. Algo que hizo muy compacta la presentación es atribuida sin duda al bajo y voz de Alejo Carboh, esencial en transcribir al directo el contenido de sus grabaciones. El estreno de su sencillo "Hipocresía" junto a dos covers legendarios de Pantera y Dimmu Borgir les permitieron desempeñar un papel sincronizado a lo que estaba por venir.
Metal atemporal
La sombra enardecía y la música tenía deseos de trascender para no morir. Momento de los primeros embajadores antioqueños en este bar de la Boyacá con 68: Hidravenosa, hábiles músicos (y viajeros, porque la travesía desde Urrao hasta Bogotá no es sencilla) invadieron la tarima con su Death metal de guitarras y teclados agresivos en un paso triunfal por los exigentes oídos cachacos. Al cierre de su presentación y evocando ecos veteranos del metal en Medellín, fueron precisos unos instantes para presenciar a Eternal, tan vigentes hoy como en el lejano "Dream World" de 1997.
La experiencia ha sabido forjar su sonido gótico, algo que les ha valido perfeccionar un comportamiento en el escenario singular y combinado con un sentido versátil de la música, donde es injusto crear o mantener un rótulo en torno a lo que hacen.
La voz de Julietta Ocampo, implacable al redefinir las etapas más cercanas de la banda, pero ante todo, de los temas pertenecientes a "Gothic Dreams", su álbum más recordado. En definitiva, visitantes de letra mayúscula en DM 2016.
No importaba si afuera de Rock History solo emanaban luces débiles y un smog insípido: Lo atemporal en la melodía ahora le correspondía a Eternal Lament, celebrando una batalla más sobre el escenario, siendo esta muy especial: Leales a sus raíces, adaptaron una de sus antiguas canciones al español, específicamente aquella que bautizó a la agrupación, alma ceremonial de su pasado y futuro como una manera de decir (y cantar) la forma como el ayer es padre y madre del ahora, donde no se comienza ni termina, sino que se avanza hacia la perfección desde lo perpetuo.
Un repertorio desde las frías orillas del silencio y la voz del lamento que se hizo sentir fuerte en el recinto que presenciaba la comunión del tiempo y una línea musical que ansía ser ajena a lo pasajero.
La melodía que afianza el hoy con el mañana
Como un nudo que ata lo eterno a lo contemporáneo, el pasar de las horas trajo a los sentidos del público la revelación de un metal hecho en nuestro país bajo unas matices renovadas: Charm Designer. Con sus instrumentos personificando un vehículo, su música la voz y Everlasting su palabra, este larga duración se justificó oportunamente en directo y desde ya escribe de nuevo las frases del género en una Colombia donde no todo es jovial ni estridente. Era hora del cierre, así que el espectro del metal sinfónico se dilató en unas proporciones realmente amplias con la visita de Impromtus Ad Mortem, acompañados con una sección instrumental bastante rica y desarrollada, hicieron una actuación para Dark Melodies 2016 cargada de solemnidad y energía.
Con los contratiempos que pueden llegar a hacer acto de presencia de cualquier concierto, el festival que promete revitalizar la parte melódica del metal nacional estuvo en un nivel alto de sus propias expectativas y como en todo juego largo queda el desquite, el Círculo de Medios Metal Colombia con seguridad izará nuevamente las velas de este barco para cobijar un mayor número de leguas en el tormentoso océano del rock local. Apoyo sincero y éxito para ellos en los proyectos de este calibre, prestos al rescate de lo nuestro.
*Fotos por el autor de la presente nota
Joel Cruz
Editorial
El Rock de la Kasa
2 comentarios:
Muchas gracias por la reseña del evento, fue una experiencia fuera de mi razòn, los Bogotanos tienen una energìa màgica... a veces hasta me da miedo esa tranquila y genuina amabilidad, la forma como percibiste el desarrollo del evento me parece acertado y en verdad gracias por la buena onda y por sentir el corazòn de ETERNAL en escena, Joel. A las demàs bandas, todas de excelente nivel! nos quedamos con el trabajo de la mayorìa de ellas e intercambiamos mùsica con ellos, para compartir la mùsica como en los viejos tiempos y como debe ser siempre, hago parte de las dos generaciones, de los seguidores de Eternal, los escuchaba cuando era adolescente, y de los viejos cuentos de hacer Rock con otros proyectos desde hace ya un buen tiempo tambièn. pero ese lugar, el Dark Melodies, me permitiò sentirme incluìda en una fuerza de bandas y mujeres dispuestos a disfrutar con altura de este gènero y sus versatiles y bellas vertientes....
Muchas gracias a Julietta, a Eternal por demostrar la vigencia de un género después de tantos años y por supuesto a todas las agrupaciones participantes. En definitiva, un festival que merece tener continuidad y donde la música une generaciones del metal, conservando tradiciones y manteniendo una mirada atenta al futuro. Agradecidos con tus palabras y con la organización por hacernos partícipes.
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